5 ideas para refrescar tu casa en verano
Refrigerar la casa es una necesidad cuando las temperaturas suben exponencialmente y el verano empieza a calentar de noche y de día. Al igual que ocurre en invierno, incluso en los meses más cálidos podemos poner en práctica una serie de acciones bien definidas para evitar que los caprichos del tiempo afecten negativamente a nuestras vidas.
Cuando es posible nos vamos de vacaciones, pasamos unas horas en la playa, pero la mayor parte del tiempo lo pasamos en el trabajo o en casa. E incluso por la noche sufrimos el bochorno, el calor no cede ni un momento y durante las horas más calurosas casi parece que nos asfixiamos. Aquí tienes algunas ideas para solucionar el problema y refrescar tu casa de forma inteligente. Incluso suponiendo un pequeño (o gran) trabajo de mantenimiento y renovación.
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Aislamiento de paredes
La mejor forma de refrescar su casa es con obras que aumenten su valor y le permitan afrontar los cambios de temperatura sin estrés. Elaislamiento térmico es la respuesta si buscas una forma de enfriar tu casa de forma estable, ahorrando en consumo eléctrico y reduciendo el uso de aires acondicionados o ventiladores.
Igual que en una casa pasiva. El tipo de aislamiento térmico de las paredes depende de muchas variables, por lo que debe ser un profesional quien elija la solución. Una opción para refrigerar la casa es la mampostería de doble capa. En este caso, se crea un espacio de aire entre dos paredes separadas.
Este espacio de aire actúa como aislante térmico y es muy eficaz. Para crear las dos paredes separadas se pueden utilizar materiales como pladur, madera o paneles aislantes. A continuación, considere la necesidad de un aislamiento térmico para todo el año, capaz así de aislar del frío y del calor.
Como alternativa, puede optar por materiales aislantes para paredes interiores o exteriores diseñados específicamente para climas tórridos, húmedos y extremadamente cálidos, como el aerogel, capaz de absorber la radiación infrarroja. Sin olvidar que las obras estructurales también pueden proponer la creación de paredes ventiladas (fuente: Wikipedia).
Gestionar la ventilación y el sombreado
Dos parámetros básicos para enfriar tu casa sin aire acondicionado pero con mucho sentido común. Si has decidido no utilizar aparatos eléctricos para enfriar las habitaciones -porque quizá estés resfriado o sea plena noche y no quieras tener los aires acondicionados encendidos durante las horas más frescas-, puedes crear corrientes de aire dejando dos ventanas abiertas.
Evidentemente, con las mosquiteras bajadas para ahuyentar a los insectos. Evita que el sol entre en la habitación durante las horas más calurosas: las persianas y cortinas cerradas pueden evitar el sobrecalentamiento. Localiza el lado más cálido de la casa y cultiva una planta trepadora o un árbol con muchas hojas: será fácil refrescar la habitación de forma natural.
Añadir accesorios para refrescar el hogar
Utilizar marcos de ventana para el aislamiento térmico. Estas soluciones, por supuesto, son válidas tanto para el calor como para el frío, pero cuando avanza el verano y quieres mantener frescas las habitaciones, no hay nada mejor.
Mantén el aire acondicionado al mínimo, cierra puertas y ventanas y mantén la temperatura estable. Pero esto sólo se consigue si instalas elementos aislantes. Es decir, con elementos estructurales capaces de mantener el aire frío fuera y dejar entrar el aire caliente. Así también ahorrarás en la factura de la luz.
Esto se consigue mediante estructuras de PVC o aluminio, que enmarcan dos o tres hojas de vidrio separadas por espacios de aire o gas aislante. Así se genera un área de aislamiento que reduce la pérdida de calor y además aísla acústicamente con juntas de silicona o EPDM (etileno propileno dieno monómero).
Los acristalamientos pueden tratarse con revestimientos de baja emisividad para mejorar su rendimiento térmico. Es cierto que cambiar las ventanas y puertas por otras aislantes supone un gasto importante. Pero hay que ver esta operación con perspectiva: se amortiza con el tiempo porque al utilizar material termoaislante puedes ahorrar en tus facturas.
Además, tiene la oportunidad de añadir aislamiento acústico al acristalamiento y mejorar su calidad de vida. Por no hablar de que aumenta el valor de su propiedad y no sólo refresca su casa en verano.
Enfriar su casa con aparatos de aire acondicionado
Evidentemente, tienes que elegir los que te permitan gestionar el espacio de tu casa de la mejor manera posible, sin comprar soluciones ineficaces o exageradas. Para no equivocarte, debes familiarizarte con los BTU de los climatizadores: se trata de la British Thermal Unit, una unidad de medida que define la potencia de un sistema de aire acondicionado o calefacción.
Para elegir acondicionadores de aire, hay que evaluar una serie de aspectos. Mida el número y el tamaño de las habitaciones para determinar la capacidad de refrigeración: el BTU es directamente proporcional a estos parámetros, pero también al número de personas que haya en la habitación, el aislamiento térmico que tenga y laexposición al sol. Y no olvides el impacto energético del aire acondicionado. Busque modelos de alta eficiencia para consumir menos energía.
Para leer: cómo hacer un agujero en la pared para el aire acondicionado
También ocupando el tejado de la casa
Último punto para bajar la temperatura de la casa en verano: asegúrate de que el tejado está aislado con una capa térmica clásica. Así se mantiene bajo control una de las zonas que más calor acumula. Para mantener frescas las habitaciones, procura que la pintura sea siempre de un blanco luminoso y compacto.