Cómo limpiar y proteger los troncos cortados
Cualquiera que trabaje a menudo en el jardín o tenga la oportunidad de cuidar árboles sabe que hay un problema que no debe subestimarse: la protección de los troncos cortados. La madera se puede utilizar de mil maneras diferentes, por ejemplo para alimentar una chimenea o una estufa. O quizá para el horno de leña que tiene en el sótano.
Si te gusta el bricolaje, puedes utilizar los troncos para pequeños trabajos creativos. O aprovechar estos preciosos elementos para hacer una empalizada. En resumen, los usos son infinitos, pero antes de empezar a pensar qué hacer con los troncos cortados, hay que saber cómo protegerlos. De lo contrario, corre el riesgo de acabar con una madera completamente inutilizable. De hecho, un tronco desprotegido corre el riesgo de absorber humedad y cubrirse de hongos que arruinen la materia prima.
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Cortar la madera y preparar el tronco
El primer paso para proteger los troncos es cortar la madera correctamente. Para ello se necesita técnica y experiencia, pero también las herramientas adecuadas. Una vez talado el árbol o aserrada la rama principal, lo mejor es colocar el elemento sobre el que se quiere trabajar en el suelo y cortar los extremos para que el trabajo quede limpio.
Consigue una sierra eléctrica, acelera cada paso y corta el tronco sin rebabas. También puedes eliminar todas las ramas y limpiar la corteza. En estos casos, el equipo necesario incluye una sierra eléctrica:
Si quieres acelerar las operaciones de limpieza y desbroce de los troncos, puedes utilizar una sierra de vaivén, una herramienta eléctrica con una hoja pequeña y fina pero bastante resistente: te permitirá eliminar todo lo que no necesites para obtener un bloque regular y limpio. Llegados a este punto, debes pasar a otra operación fundamental.
Para leer: cómo cortar la hierba en el jardín
Retire la corteza de la madera cortada
Partamos de una base: para las empresas o carpinteros que trabajan en serie, existen descortezadoras profesionales, máquinas descortezadoras que hacen precisamente eso. Los tiempos se reducen y los resultados se maximizan.
Sin embargo, también es cierto que no se puede comprar una máquina de este tipo para un solo árbol, proteger los troncos cortados es importante, pero no hay necesidad de incurrir en un gasto tan grande por un hobby.
Así que proceda con herramientas manuales y más baratas. En primer lugar, debes recordar que para limpiar un tronco que quieres conservar en su mejor estado, a veces sólo necesitas una espátula o un cincel: algunas maderas tienen una corteza gruesa y callosa que se desprende fácilmente. En otros casos, puedes aprovechar una herramienta específica: la descortezadora.
Existe una versión de dos manos, para troncos más grandes, y otra de una sola mano. Con estas cuchillas se arranca la corteza y se limpia el tronco. ¿Qué hacer después de las herramientas para conservar el tronco?
Limpia cada detalle del maletero
Ahora que ya tienes los troncos cortados y descortezados, puedes proceder con los últimos retoques. Utiliza un papel de lija fino para eliminar todas las imperfecciones, si son difíciles puedes utilizar un grano doble y luego pasar a un grano más fino. Las gubias -cuchillos específicos para tallar madera- pueden ayudarte a eliminar las últimas imperfecciones.
Encontrar un espacio seco y protegido
Recuerde que, para cualquier trabajo, la madera debe secarse durante al menos un año para estar perfecta. En cuanto se tala, el árbol empieza a liberar lo que llamamos agua libre, que se encuentra en los espacios de las fibras. Con el tiempo, el agua de saturación también debe secarse. Pero, ¿cómo se hace un buen secado?
Para proteger los troncos cortados y prepararlos para cualquier actividad futura, tenga siempre en cuenta para qué se van a utilizar. Por ejemplo, si vas a utilizar los troncos para quemar, no es necesario mucho cuidado. Pero si quieres utilizar la madera para artesanía o construcción, hay que tener mucho cuidado al secarla.
Si desea conservar los troncos, una vez procesados y descortezados, debe disponer de un espacio cubierto pero ventilado. Está prohibido dejar la madera a la intemperie para que se desgaste. Por muy noble y resistente que sea, se trata de un material delicado. Por lo tanto, si aún no ha sido tratada con barniz protector, no puede someterse a él:
- Lluvia.
- Sol.
- Nieve.
- Humedad.
Para conservar la madera, mantenga los troncos cubiertos y secos. Si es necesario, cúbrelos con un paño hidrófugo en épocas de fuertes lluvias para evitar cualquier tipo de humedad. Acuérdate de limpiar la zona de almacenamiento de escombros y restos de madera para evitar la proliferación de hongos que puedan infestar los troncos.