Elija el tipo de tornillo en función de las medidas y usos específicos
No es fácil elegir tornillos para usos concretos. Evidentemente, la primera decisión debe tomarse en relación con el tamaño. Esto significa que ha taladrado un agujero en madera o metal y ahora necesita insertar y atornillar un elemento metálico. En estos casos, debe utilizar un tornillo que pueda adaptarse a este mecanizado.
Pero ya sabe que el material marca la diferencia, lo mismo que el compromiso que el pasador metálico (con o sin tornillo) debe afrontar en términos de resistencia a la intemperie, solidez y dureza para soportar tensiones, pesos, tirones y torsiones. En resumen, he aquí algunas pautas precisas para elegir los tornillos adecuados en cada ocasión.
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Cabeza de tornillo
A la hora de elegir un tornillo, debe evaluar cuidadosamente su cabeza porque puede ser un elemento decisivo para garantizar su funcionalidad. Por ejemplo, en algunos casos hay que utilizar tornillos de cabeza avellanada porque tienen una forma cónica que permite aprovechar el trabajo de un avellanador, como los que se encuentran en el catálogo de Krino.
Otros tornillos pueden tener una cabeza ancha para distribuir mejor la fuerza sobre un material determinado. Los modelos redondeados pueden ser útiles en aplicaciones en las que se necesita cierto rendimiento estético.
Pero no cuando hay que transmitir una fuerza elevada. Evidentemente, si la cabeza se vuelve hexagonal, hablamos de un pasador y ya no de un tornillo. Del mismo modo, la forma cilíndrica corresponde a la llave Allen hexagonal.
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Calcografía y perfil
Elegir los tornillos también implica pensar en el corte de la cabeza utilizado para atornillar y desatornillar. Un perfil ranurado es habitual y fácil de usar, pero no es adecuado para transmitir pares elevados, ya que los puntos de contacto son pequeños. Es mejor el modelo Phillips, que aplica la fuerza sobre cuatro perfiles.
El modelo Torx, la estrella con seis puntas redondeadas, ofrece una de las mejores soluciones para garantizar un elevado par mecánico sin riesgo de deslizamiento de la herramienta. Esta característica se amplifica en la versión plus, ya que dispone de puntas aplanadas, una opción que aumenta la posibilidad de apretar el tornillo con fuerza.
Otras soluciones, como Torq-Set y Tamper Resistant, tienen formas especiales y se utilizan cuando es necesario reducir el riesgo de manipulación por parte de personas no autorizadas que atornillen o desatornillen ese elemento.
En cualquier caso, como se puede ver en la imagen, hay insertos adecuados para cualquier tipo de pasador. Y puede utilizar tanto destornilladores como destornilladores eléctricos para trabajar en estas herramientas adecuadas para transferir pares más altos o más bajos.
Toda caja de herramientas debe tener siempre un buen juego de destornilladores (como el que encontrarás en Ineco) para poder trabajar con todos los tornillos comunes. Para fines específicos, existen los tornillos de cabeza anular; se utilizan para pasar cables o fijar objetos y se maniobran con la mano o con unos alicates.
Material de los tornillos
Otro aspecto decisivo que le permitirá elegir el tornillo adecuado a sus necesidades: el material de fabricación. Generalmente, el metal utilizado para fabricar un tornillo es el acero, que puede tratarse en función de las necesidades. Si el tornillo es de color plateado, se trata de galvanizado, que ofrece una resistencia media a la corrosión; si es de color oscuro, son fosforizados y siempre muy resistentes. ¿Para uso externo?
Es mejor utilizar tornillos de acero inoxidable, que se adaptan perfectamente a la lluvia. En determinadas circunstancias, se utilizan tornillos de titanio: son muy ligeros y resistentes, perfectos para situaciones en las que hay que soportar cargas pesadas confiando en la máxima resistencia. No es casualidad que los tornillos para implantes dentales estén hechos de este material.
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Uso y estructura
Uno de los pasos decisivos a la hora de elegir un tornillo: ¿para qué sirve? ¿Cuál es su finalidad? Dejando a un lado la longitud y el diámetro, que pueden variar según las circunstancias, hay tornillos específicos para fines muy distintos.
En primer lugar tenemos los tornillos autorroscantes para madera, que permiten atornillarlos sin necesidad de taladrar previamente. De hecho, tienen una rosca ancha y afilada y una punta afilada. Similares son los tornillos para pladur y los pernos de anclaje, con una característica adicional: son muy resistentes a los esfuerzos mecánicos.
Los tornillos para metal se reconocen porque tienen un paso de rosca pequeño y básicamente necesitan perforación previa, aunque hay modelos autorroscantes para chapas pequeñas. El tornillo para hormigón se reconoce porque tiene un paso de rosca muy grande y está interrumpido por otra línea de rosca menos expuesta. Se utiliza para atornillar espárragos en paredes sin espiga, pero es imprescindible taladrar primero el hormigón y luego insertar el espárrago.